Casper Ruud volvió a brillar sobre la arcilla del Mutua Madrid Open y ya empieza a ser costumbre. Después de imponerse a Stefanos Tsitsipas, el noruego mantuvo su impulso y volvió a repetir la historia en dos sets corridos (7-5,6-1) ante el kazajo Alexander Bublik.
El No. 22 mundial, madurado en las pistas de Rafa Nadal Academy, empieza a imponer la base española de su juego en el polvo de ladrillo. Tanto en Madrid como hace unos días en el ATP Masters 1000 de Montecarlo, ha logrado colarse en semifinales y parece que acaricia ya con los dedos un título de envergadura.
El ganador del ATP de Buenos Aires en 2020 aterrizaba en Madrid por tercera vez en su carrera y en ninguna de las anteriores oportunidades había logrado disputar un cuadro final. De esta manera, el de Oslo jugará una nueva semifinal con la convicción de poder pelear el domingo por la copa en la pista central de la Caja Mágica.
El jugador de 22 años comentaba tras el partido que «todavía siente que es nuevo en este nivel y llegando a estas fases de los torneos, pero me estoy demostrando a mí mismo que no es cosa de un día». Además, también ha hablado sobre los problemas en su hombro que arrastraba desde el torneo de Montecarlo: «Tuve algunos problemas en mi brazo por eso he intentado no forzar tanto esa zona y de momento me está funcionando muy bien aquí».
Su juventud no es ninguna excusa para uno de los jugadores con mayor proyección del circuito. «Ganar te da mucha confianza, te da fe en ti mismo de que puedes competir ante estos jugadores e incluso ganarlos. Es el mayor refuerzo de confianza que puedes brindarte a ti mismo. También ha señalado que en un futuro quiere estar entre los mejores del circuito: «cuando vences a jugadores que están dentro del Top-10 te sientes más cerca de alcanzar el objetivo que cuando caes derrotado con jugadores de menor rango».