Cuando se habla del Mutua Madrid Open es obligatorio también hacerlo de Petra Kvitova. La checa ha encontrado en Madrid su pequeño paraíso tenístico, donde acumula tres triunfos y un gran cúmulo de momentos inolvidables. De hecho, el torneo de la capital de España es el único sobre tierra batida que ha ganado, junto con el cosechado la pasada temporada en Praga, su país de origen.
Le bastaron apenas dos años desde su inclusión en el profesionalismo para meterse entre las 50 mejores jugadoras del mundo y acceder por cuarta vez en su corta carrera a un Premier Mandatory, concretamente al recién estrenado torneo de Madrid en la Caja Mágica. Con tan solo 19 años hizo su debut y demostró ser un diamante en bruto todavía por pulir. Su estreno contra la austriaca Bammer fue muy efímero, solo duró cinco juegos debido a la lesión de su rival. La aventura en Madrid llegó hasta la segunda ronda, donde perdió frente a Francesca Schiavone, flamante estrella del tenis italiano de aquellos años.
Un año después a su debut, Kvitova tuvo que pasar por la previa. Una vez conseguido el objetivo de estar en el main draw, la suerte no estuvo del lado de la checa en el sorteo, que la emparejó ni más ni menos que con la número dos del mundo, Caroline Wozniacki. Aún en ciernes, Kvitova perdió por el mismo resultado que en 2009: 6-4 y 6-2.
2011 fue la temporada que cambió el devenir de la carrera de Petra Kvitova. Tras ganar 6 títulos, entre ellos Wimbledon, ascendió al puesto número dos de la clasificación WTA. Ese salto cualitativo en su tenis se dejó sentir en el Mutua Madrid Open. Con el paso de las jornadas fue creando conciencia en el público madrileño, que vio cómo aquel diamante se iba puliendo frente a sus ojos. Dejó por el camino a jugadoras como Alexandra Dulgheru y Chanelle Scheepers antes de enfrentarse a la entonces número dos del mundo, Vera Zvonareva, a la que venció con menos dificultades de las esperadas (6-4 6-1). También pasó un duro examen en cuartos frente a Dominika Cibulkova, donde cedió su único set del torneo. Na Li, número seis del mundo en 2011, fue la víctima de la checa en las semifinales. Y llegó a la final en su tercera participación el torneo. Allí se enfrentó y ganó a Victoria Azarenka, número tres del mundo entonces y tercera Top 10 a la que la checa vencía en Madrid. Fue un partido reñido, pero el desgaste físico de la bielorrusa por llegar a la final en el cuadro individual y en dobles determinó la victoria a favor de Kvitova, que salió de Madrid siendo Top 10 por primera vez en su carrera.
La pista azul de 2012 recibió con los brazos abiertos a su vigente campeona, que además llegaba al torneo con el mejor ranking de su vida (No. 3). Ganó en su primer partido a Marina Erakovic, pero la gran revelación del torneo, la también checa Lucie Hradecka, privó a Kvitova en tercera ronda de continuar en liza y, por tanto, revalidar el título.
Kvitova ha demostrado que no solo es una pegadora nata, sino que también tiene esa capacidad de saber sufrir, de agarrarse a la pista y defender. Así fue su edición del torneo en 2013, donde tuvo un estreno duro frente a Yanina Wickmayer, que se resolvió en el tercer set. Fruto de ese desgaste, sucumbió frente a la veterana jugadora eslovaca, Daniela Hantuchova, a pesar de ganar el primer set. Esa condición de equilibrio en el juego, propia de la tierra batida, volvió a mostrarla en 2014. No obstante, esta vez, sus resultados fueron más positivos y llegó hasta las semifinales. Allí perdió contra Simona Halep.
La dureza de las primeras rondas para Kvitova se mantuvo un año después, pero de nuevo volvió a salir ilesa. Tras la victoria sobre Irina-Camelia Begu en cuartos de final, llegó el encuentro de semifinales frente a Serena Williams. La ganadoras del torneo de los últimos tres años se enfrentaban para buscar un pase a la final. Sin embargo, no hubo partido. La superioridad de la checa dejó noqueada a entonces número uno del mundo, a la que venció en dos cómodos sets. De igual manera, venció a Svetlana Kuznetsova en la final, a la que dejó ganar solo tres juegos, para alzarse con su segundo título en el Mutua Madrid Open.
En 2016, no pudo revalidar el título y cayó en octavos de final frente a Daria Gavrilova. Desafortunadamente, Petra Kvitova fue baja en la edición del siguiente año a causa de la operación por los cortes sufridos en los dedos de su mano izquierda tras ser asaltada en su casa de Prostejov a principios de ese mismo año.
Superada la lesión, la doble campeona del torneo regresó a Madrid y lo hizo por la puerta grande. Volvió a firmar una edición casi incontestable, dejando por el camino a Lesia Tsurenko, Monica Puig, Anett Kontaveit y Daria Kasatkina en las primeras rondas. En las semifinales se cruzó con su compatriota y mejor checa del ranking, Karolina Pliskova, pero Kvitova demostró su buen feeling con la pista Manolo Santana y el ranking, el momento de forma y la trayectoria durante el año quedaron a un lado para dar paso a una exhibición tenística de Petra. Ya solo quedaba Kiki Bertens como último escollo para tocar la gloria de nuevo en Madrid. Tras casi tres horas de partido, en las que aunó tenis directo y agresivo con una gran capacidad de lucha y sacrificio, Petra Kvitova se convirtió en la primera mujer de la historia en ganar tres veces el Premier Mandatory de Madrid.
¿Será capaz de ampliar su dominio en Madrid en 2019?