A primera hora de la mañana Rafael Nadal recibió un mensaje muy especial. Antes de disputar los cuartos de final del Mutua Madrid Open, unas sentidas palabras llegaron a ojos del jugador español a través de las redes. Entre los más de 15 millones de seguidores que acumula en Twitter, una plataforma de contacto directo con los aficionados, unas palabras destacaron sobre las demás con un significado bien profundo.
“Hoy mi abuela, a sus 95 años, verá el sueño cumplido de verte en directo”, rezaba el mensaje de Carlos Carrizosa, el nieto de la protagonista de una historia estupenda. “Tiene principio de Alzheimer y me dijo que antes de olvidarse de lo que el tenis y tú significas para ella, deseaba verte en directo. Espero que disfrute de este día tanto como lo estoy disfrutando yo”.
La protagonista, Manuela Navarro Esteban, acudió este viernes con una ilusión tremenda a la Caja Mágica. Allí podría disfrutar viendo en vivo al campeón de 87 títulos en el ATP Tour, acercándose a una de las grandes leyendas del deporte moderno en las instalaciones del Mutua Madrid Open. El día que disfrutaría difícilmente podría imaginarlo.
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— #MMOPEN (@MutuaMadridOpen) May 7, 2021
A las 15.00 se encontraba ocupando una de las butacas del Estadio Manolo Santana, la cancha principal del torneo madrileño. En un ambiente intenso, apenas a unos metros de su gran ilusión, Manuela disfrutó en directo con el esfuerzo del mallorquín. Aunque Rafa no pudo alcanzar la penúltima ronda del torneo, el apoyo de su gran seguidora fue tan fiel como en los días de las mayores victorias.
A pesar de no poder celebrar un triunfo de su jugador favorito, superado por el alemán Alexander Zverev en un partido vibrante, Manuela pudo llevarse consigo un momento a conservar como un tesoro.
A la conclusión del encuentro, tras quedar eliminado en el ATP Masters 1000 madrileño, el español acudió encantado a conocer en persona a Manuela, que le esperaba pacientemente a la salida de los vestuarios. En los interiores de la Caja Mágica, minutos después de competir a ojos de toda la afición, Nadal dedicó un hermoso momento con una de sus mayores aficionadas. Una charla cercana donde ambos pudieron intercambiar unas cálidas impresiones. Nadal conoció uno de los apoyos más sinceros, contemplando lo que representa para muchas generaciones de aficionados. Y Manuela, ilusionada simplemente por verle jugar, tuvo el placer de conocerle mano a mano. Un bello momento que quedará para siempre grabado en el torneo.