Queridos periodistas y aficionados al mundo del tenis,
A lo largo de este verano y, especialmente durante los 15 días en los que estuve en Wimbledon, han sido innumerables las personas que se han acercado a mí para realizarme siempre las mismas preguntas: ¿Qué opinas sobre la nueva Copa Davis? ¿Tú votarías a favor de estas reformas? ¿Es verdad que el nuevo formato se podría jugar en Madrid? ¿Cómo afectará esto al Mutua Madrid Open?
A todos los que me han preguntado sobre estas cuestiones, les he respondido lo mismo. Pero ahora quiero hacerlo de manera pública a través de estas líneas y dar a conocer mi opinión tanto a los medios de comunicación como a los aficionados, que son los grandes protagonistas.
Como sabéis, soy y seré siempre un fiel defensor de la Copa Davis: a lo largo de toda mi vida me he dejado la piel por España jugando 46 eliminatorias en las que tuve la alegría de ganar 92 partidos. Nada me hubiera hecho más ilusión en mi carrera que haber ganado alguna de aquellas finales a las que llegamos en el 65 y en el 67 y en las que peleamos a muerte en Australia. O haber ganado en alguna de las ediciones en las que tuve el orgullo de ser Capitán del equipo. Y esta pasión por la Davis la sigo teniendo. De hecho, este año no he dudado ni un segundo en estar presente en Marbella y Valencia animando y apoyando a España en cada eliminatoria. Y puedo decir (y he vivido mucho) que las imágenes que viví en la Plaza de Toros de Valencia fueron mágicas, inolvidables. Se las recomiendo a todos los que decían que la Davis estaba muerta.
Dicho esto, es cierto que con el paso de los años he notado que la competición ha ido cambiando y evolucionando y he sido el primero que he dicho repetidamente que la Davis necesitaba algún tipo de reforma. De hecho, el sistema de competición actual ha variado desde que yo jugaba. Ahora bien, creo que la revolución que se está planteando podría romper el ADN de la competición y acabar con un evento que ha ayudado a que este deporte se implante y crezca a nivel local y mundial. Ojalá que se lleven a cabo reformas que ayuden a reforzar el papel de la Davis, pero pido que se hagan con la mayor transparencia posible y pensando en el bien del tenis y no de intereses puramente económicos.
Lo que está claro es que se perderá un poco la magia de jugar en casa y, por lo que me han contado, las sedes serán itinerantes. Por eso cuando me preguntan si quiero que la nueva Davis llegue a Madrid, respondo que “depende”. Hace casi dos décadas peleé mucho por traer a Madrid un torneo de primer nivel y durante estos 17 años me he dejado la vida por mantener el Mutua Madrid Open y conseguir posicionarlo como uno de los mejores eventos tenísticos del mundo. Por eso, si la llegada de una posible Copa Davis a España hace que las autoridades apuesten por este nuevo evento y se ponga en riesgo la continuidad del Mutua Madrid Open, mi respuesta es que no estoy a favor. El motivo es muy sencillo. Esta nueva Davis llegaría a Madrid para un par de años y luego se marcharía a cualquier ciudad de Asia, EE. UU. o a cualquier otro punto del planeta. La Davis en Madrid sería un torneo eventual, pasajero.
Por otra parte, el Mutua Madrid Open se ha convertido ya en el torneo de todos los madrileños y de todos los españoles y queremos perpetuarnos en esta ciudad a la que tanto quiero para seguir creciendo y poder dar a Madrid la repercusión mundial que se merece. A lo largo de toda mi vida he ido viendo cómo otros grandes eventos han crecido de manera espectacular y estoy muy orgulloso de cómo el Mutua Madrid Open ha estado a la altura. Pero no vale con ser conformistas porque, desgraciadamente, también he visto cómo muchos torneos han desaparecido o han tenido que emigrar por no tener el firme respaldo de sus ciudades e instituciones. Hay que dar un salto de calidad y éste es el momento. En este sentido, estoy muy satisfecho por la reacción de los partidos políticos del Ayuntamiento de Madrid. Todos ellos han sabido ver y valorar la importancia que tiene el torneo y estoy convencido de que cerraremos un acuerdo en breve que permita que el Mutua Madrid Open se quede en España muchos años más.
De igual manera, creo firmemente que los dirigentes tenísticos que votarán en Orlando el próximo día 16 lo harán buscando lo mejor para el tenis presente y futuro. Seguro que todas las federaciones decidirán su voto tras haberlo meditado mucho. Unas estarán de acuerdo conmigo y otras querrán votar a favor de estos cambios. Comprendo cualquier pensamiento al respecto y entiendo que no todos piensen como yo. Pero necesitaba sincerarme. Tras décadas compitiendo en esta maravillosa competición que adoro, no podía quedarme callado. La Copa Davis ha sido (¡Y es!) parte de mi vida y se me rompería el corazón si se desvirtúa su esencia. Larga vida a la Copa Davis.
Atentamente,
Manolo Santana