El segundo turno del Estadio Arantxa Sánchez-Vicario deparó uno de los encuentros más atractivos de la jornada. La japonesa Naomi Osaka (No. 1 del mundo) y la española Sara Sorribes (No. 73) brindaron una auténtico espectáculo para deleite del entregado público español. Tras más de dos horas y media de batalla, Osaka impuso su condición de favorita y firmó su segunda victoria en el Mutua Madrid Open 2019 por 7-6(5) 3-6 6-0.
La hazaña conseguida el pasado año por la valenciana frente a Madison Keys, entonces No. 14, en el mismo escenario y en una franja horaria similar pareció atenazar a la japonesa en los primeros compases. A pesar de encontrarse con un break en el tercer juego, en el primer set iba a imperar la ineficacia al servicio. Por este motivo, Sorribes no tardó en recuperar el terreno perdido y presentó más batalla de lo que la propia número uno se esperaba. Nadie consiguió romper la igualad en la primera manga, ni siquiera consiguiendo quebrar dos veces cada una el saque de la rival. A falta de ventajas, el set tuvo que resolverse en el tie-break, y ahí el juego poderoso de la japonesa se impuso.
Parecía algo más que un set. El desgaste físico fue tremendo por parte de ambas, pero en especial de la española que corrió de un lado a otro para responder a los cañonazos de Osaka. Todo hacía augurar un desenlace de partido fácil para la japonesa, y más con un break de ventaja en el segundo parcial. Sin embargo, ese segundo asalto fue un ejemplo para aquellos que no creen que jugar en casa ante un público a favor signifique una ventaja añadida. Sorribes fue capaz de remontar ese break e igualar la contienda.
Un principio de dejavú comenzó a flotar por todo el Estadio Arantxa Sánchez Vicario. El público asistente comenzó a recordar ese partido frente a la norteamericana de hace un año. Pero fue entonces cuando Osaka demostró por qué es la número uno del mundo y la ganadora de los dos últimos Grand Slam. Afinó sus golpes desde el fondo de pista y sometió a la española hasta el punto de endosarle un rosco.
Buen torneo de todas maneras para Sara Sorribes, que encara el camino final hacia Roland Garros con las sensaciones de poder medirse de tu a tu con las grandes raquetas del circuito. Por su parte, Naomi Osaka ya está en octavos de final de Madrid, donde se enfrentará a Aliaksandra Sasnovich que dio cuenta de Anna Karolína Schmiedlová por un doble 6-2.