Garbiñe Muguruza será la principal representante local del Mutua Madrid Open en una nueva edición del torneo. La antigua No. 1 mundial intentará conseguir uno de los mayores retos que quedan pendientes en la Caja Mágica: coronar una campeona española sobre la tierra batida del Estadio Manolo Santana.
En un momento de forma estupendo, Muguruza llega a Madrid como tercera jugadora con más puntos conseguidos en la temporada. La española ha buscado una preparación específica para dar un plus soñado en el torneo.
“He venido más pronto de lo normal para intentar adaptarme a las diferencias técnicas que hay en Madrid”, indicó Garbiñe, con la ilusión de rendir al máximo ante su público. “He tratado de adaptarme lo mejor posible”.
Muguruza busca redimirse en un torneo esquivo, donde acumula un balance de 6-8 durante toda su carrera. Con los octavos de final de 2018 como mejor resultado hasta la fecha, la dos veces campeona de Grand Slam desea encontrar la llave que le permita rendir a su mejor nivel en la capital española.
“Es un cúmulo de cosas. Quizá es la expectativa que me pongo de querer hacerlo muy bien. Quizá mi juego tampoco termina de encajar para poner más de mi lado para llegar más preparada al torneo. ¿Será este año el que juegue bien? Siempre pienso eso cada vez que vengo. Este año ojalá sea mejor”.
¿Cuál ha sido la clave de su regularidad? ¿En qué ha cambiado Muguruza para convertirse en una tenista capaz de optar a los títulos todas las semanas?
“Ha habido un cambio cuando lo pasaba muy mal en pista. Me di cuenta de que no hacía falta castigarse tanto y pasarlo mal”, reconoció. “Y me dije, que salga lo que tenga que salir. Llevo tiempo con ello. Soy la primera que me meto presión y expectativa a mí misma, llegó un punto en que me afectaba tanto que iba en mi contra. Me dije, voy a jugar como tenga que jugar. Si entreno bien ya llegará el momento”, explicó.
“Fue simplemente bajar expectativa, ser humilde cuando no salen bien las cosas. Me lo tomaba muy a pecho todo. Ahora esta más relajada en ese sentido. No tan preocupada por si juego bien o mal. Puedo tener un día malo y no pierdo el control de las emociones. Ahora lo acepto y lidio con lo que tengo. En ese sentido lo enfoco ahora”.
Garbiñe no se pone metas concretas en un torneo de máxima exigencia. Irá paso a paso, tratando de aprovechar todas las oportunidades para postularse al título.
“Cada año que he venido he jugado partidos buenos y se me han escapado unos cuantos. Satisfecha estaría si llego lejos en el torneo. He jugado bien en años anteriores, he tenido partidos decididos por 7-5 o 6-4 en el tercero. Partidos duros que no han caído de mi lado. No recuerdo exactamente mi mejor resultado aquí pero tampoco he llegado muy lejos. Intentaré llegar lejos en el torneo como es lógico”.