Alexander Zverev vuelve a sonreír en la Caja Mágica. El talentoso jugador alemán reeditó la victoria lograda en 2018 dando una clase magistral de tenis ante un sorprendente Mateo Berrettini. El No.6 mundial saborea, por segunda vez en su carrera, las mieles de la victoria en la arcilla madrileña. Sin embargo, hay formas y formas de lograr una conquista y Alexander es de los que alcanzan las hazañas de manera impecable. En 2018, no cedió ni un solo set en todo el torneo y en esta edición, alcanzó la misma gesta con tan sólo una manga en contra en todo el certamen.
El pequeño de los Zverev cuenta con cuatro Masters 1000 en sus vitrinas (Madrid x2, Canadá y Roma) y se consagra como uno de los jugadores que marcarán una época en un deporte donde la igualdad prima en cada evento. El campeón de la ATP Finals, se suma al elenco del ‘big-four’ en este torneo igualando a Andy Murray con dos entorchados. Además, entra en el selecto club de los jugadores que han logrado triunfar en más de una ocasión en la capital española junto a Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic.
A sus 24 años, el jugador nacido en Hamburgo cosecha hasta 15 títulos desde su llegada al circuito profesional y se sitúa a tan sólo un Masters 1000 de históricos como Marat Safin, Andy Roddick o Jim Courier. El teutón es un auténtico especialista en el polvo de ladrillo con 80 victorias en 115 partidos disputados, es decir, un espectacular 69.5% de triunfos en la superficie rojiza. Aunque sus mayores proezas hayan transcurrido en pista dura, Alexander Zverev se sitúa como el sexto tenista en activo con mejores números en arcilla.
El jugador que logró desbancar en Madrid la hegemonía de los cuatro grandes del circuito, ya apuntaba maneras en la tierra batida. Su primera victoria como profesional fue en Hamburgo y en ese mismo torneo hacía historia al meterse en semifinales con tan sólo 17 años, convirtiéndose en el tenista más joven en lograrlo. Ahora, con la madurez y la calidad que atesora en su raqueta, el alemán se adjudicó un torneo que ha logrado ganar en dos de las últimas tres ediciones. Sin duda, el año que viene volverá a la Caja Mágica con el hambre que le caracteriza e intentará hacer buena la frase de “no hay dos, sin tres”.